El botón que tienen todos los coches y que ayuda a ahorrar un 30% de combustible

Aunque en las últimas semanas el precio de la gasolina ha bajado, no está la cosa como para ir quemando gasolina o diésel de más en nuestros trayectos. Y por eso es recomendable seguir algunos consejos para reducir el consumo.

Existen varios sistemas para conseguir un consumo moderado o bajo. Uno de ellos es conducir de forma eficiente. Es decir, evitando frenazos o acelerones. Según la DGT, “entre 30% y el 50% del gasto de combustible depende de la manera de conducir del propietario”. Es clave conducir anticipándose a lo que pasará manteniendo la distancia de seguridad y observando todos los agentes externos para evitar acelerar o frenar sin necesidad.

Debes prestar atención a las claves para ahorrar combustible

En esta línea, también es recomendable usar las marchas largas y usar las cortas el mínimo tiempo posible. Como referencia debemos tener en cuenta que a los 50 km/h ya deberíamos haber puesto la cuarta o la quinta marcha.

Por otro lado, es importante llevar los neumáticos a una presión adecuada. Según RACE, “conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la recomendada por el fabricante hace que el consumo aumente en un 2% en áreas urbanas y un 4 % en las interurbanas”.

Y todo ello respetando al máximo las visitas al taller. Las revisiones son imprescindibles para llevar los neumáticos a una presión adecuada o evitar el mal funcionamiento de algunos elementos que puedan elevar el consumo.

El botón que seguramente tienes en el coche y te ayudará a ahorrar hasta un 30% de combustible

Pero al margen de todo ello, todos los coches tienen un botón que con pulsarlo puede ayudarnos a reducir el consumo en gran medida. El ahorro puede ser de hasta el 30%.

Estamos hablando de ese botón que llevan casi todos los coches en el que aparece la silueta de un coche y una flecha en su interior en forma semicircular. Este botón está generalmente cerca de los relacionados con el sistema de climatización.

Al pulsarlo, se cierran las entradas de aire exterior y se activa la función de circulación del aire en el interior. Gracias a ello, el sistema de ventilación se servirá del aire que hay en el habitáculo, lo que mantiene el aire caliente o frío en el interior y evita tener que recurrir al sistema de climatización del coche para mantener la temperatura. Esta no se mantendrá eternamente al mismo nivel, pero aguantará u buen rato. Sobre todo si el coche está bien aislado del exterior.